Las fuentes informativas: búsqueda y buenas prácticas
Entiendo que en función de la información de la que se trate, temática, partes implicadas; las fuentes pueden ser de lo más variadas. Protagonistas, expertos, afectados, causantes, representantes de colectivos y un largo etcétera.
Con respecto a la pluralidad de las fuentes, en pro de aportar la mayor veracidad a nuestras publicaciones, debemos aportar información proveniente de tantos puntos como confluyan en el hecho que estemos tratando. Por ejemplo, si se trata de el cierre de una fábrica podríamos tomar como fuentes a trabajadores, sindicatos, representantes de la empresa, vecinos de la localidad, cuando se trate de un centro que da trabajo a la mayor parte de los vecinos; administraciones públicas, economistas u otros expertos en gestión empresarial. Con esta variedad de fuentes seguro que la calidad de la información es lo suficientemente buena como para que el público reciba como veraz la información.
Con respecto a la paridad de género, yo no me enfocaría tanto en la búsqueda de un equilibrio forzado y artificial para tener el mismo número de mujeres que de hombres entre mis fuentes; como en que entre mis fuentes esté equilibrada la información que afecta tanto a hombres como a mujeres. En el ejemplo de la fábrica, sería interesante saber qué porcentaje eran hombres y qué porcentaje mujeres. O lo que es lo mismo, ¿afecta el cierre a hombres y mujeres por igual? Si se empezó despidiendo a una parte de la plantilla ¿Qué criterio se siguió?
Uno de los problemas del periodismo actual es la falta de confianza por parte del público en las informaciones que se publican. La única manera de solucionar esto es con rigor y honestidad; empleando todos los recursos a nuestra disposición para recuperar poco a poco la credibilidad que la profesión tuvo en otro tiempo.
Búsqueda de las fuentes.
La búsqueda de fuentes dependerá mucho del tipo de información que tengamos entre manos.
No obstante, además de las fuentes oficiales, protagonistas, expertos y especialistas, afectados y causantes; me gustaría destacar un tipo de fuente que creo que no ha sido comentado. Se trata de las fuentes ocultas, fuentes históricas, manifestaciones de aquellos que aún no pudiendo hacerlo en momento presente nos dejan la información en archivos históricos. Aunque cada día tenemos más información digitalizada, aún existe gran parte de la información escondida entre papeles en archivos municipales, organismos oficiales, archivos de prensa en papel. Información que puede ser muy relevante y que puede aportar contexto a hechos presentes.
Por otro lado, en la misma línea de fuentes ocultas, pero a nivel digital, me gustaría destacar buscadores como Archive.org que permiten acceder a aquello que se publicó en Internet en un momento determinado y que a día de hoy ya no está disponible.
Si bien este tipo de fuentes no hablan por sí solas, sirven, como comentaba, para aportar contexto y, en ocasiones, para mostrarnos el camino para encontrar otras fuentes.
Debemos organizarnos para identificar y localizar las mejores fuentes para nuestras informaciones. Asegurándonos de que sean plurales y diversas; que muestren todos los puntos de vista y no sean sesgadas ni partidistas. Utilizando todos los medios a nuestro alcance para asegurarnos de la veracidad de la información que recibimos mediante su contraste y confirmación.
En época de redes sociales podemos caer en la tentación de utilizar información que se publique en este entorno para fundamentar nuestro trabajo pero eso sería una total equivocación. Si bien estas redes pueden ser muy útiles como herramienta en nuestro camino, útiles en la investigación y como medio de contacto con posibles fuentes. Más allá de eso, las redes sociales, per se, bajo mi punto de vista, no deben considerarse una fuente.
Ahora, tal vez, más que nunca los periodistas debemos hacer un esfuerzo para que se refleje en nuestro trabajo el máximo rigor y honestidad posibles. El público ha ido perdiendo la confianza en los medios de comunicación y en la información que en éstos se publica. Somos, pues, responsables de demostrar que una información honesta y veraz es posible.
Padre, Comunicador, Empresario y eterno estudiante. Vivo en Málaga y me encanta viajar con mi familia. Me considero una persona muy curiosa y de mente emprendedora. Gracias a esto, me adapto con mucha facilidad a los cambios y estoy constantemente aprendiendo y experimentando. Me centro en descubrir nuevas formas de impulsar la Comunicación de empresas e instituciones para transmitir sus mensajes de la mejor manera.